lunes, 16 de diciembre de 2019

Manuel Blanco Romasanta, el hombre lobo español


Manuel Blanco Romasanta fue un psicópata criminal español que se declaro autor de trece asesinatos durante el siglo XIX, pese a ello no fue ejecutado, pues el tribunal lo considero como el único caso documentado de licantropía clínica. Paso a la historia negra gallega com el sobrenombre de El Hombre Lobo de Allariz y su figura se convirtio en una representación real de los temidos Sacamantecas o El hombre del saco.

Nació en la aldea de Regueiro, en Orense, Galicia. Era un hombre de aspecto físico normal, de estatura baja, pelo rubio y de facciones suaves o femeninas. En su partida de bautismo aparece inscrito con el nombre de Manuela. ya que en realidad era una niña, pero con rasgos masculinos. Padecía una enfermedad llamada pseudohermafroditismo femenino, por la cual tenía órganos sexuales femeninos, pero generaba tal cantidad de testosterona que le hacía parecer un varón. Es posible que esta enfermedad y la testosterona que generaba fuera la causante, en parte, de los horribles hechos que marcaron su vida.

 Considerado instruido para la época, pues sabía leer y escribir, cosía y bordaba, por lo que trabajó como sastre. A los veintidos años contrajo matrimonio, pero su esposa falleció al año siguiente, aunque en esta ocasion no tuvo participación. A la muerte de su esposa abandona su vida sedentaria y decide convertirse en buhonero (vendedor ambulante), recorriendo gran parte del noroeste de la Península. En el año 1844, en Ponferrada, Leon, comete su primer crimen. Debido a una deuda contraida con un tendero, un alguacil intenta detener a Manuel y esté lo mata. Condenado en rebeldía a diez años de prisión, consigue escapar y se refugia en una cabaña en el pueblo abandonado de Ermida, donde convive con el ganado.

Despues de varios meses, vuelve a aparecer en público bajo la falsa identidad de Antonio Gómez, en Rebordechao, un pueblo de Allariz, mezclándose poco a poco con la población local, y estableciendo progresivamente relaciones personales sobre todo con las mujeres. Desempeño el oficio de tejedor, un trabajo propio de las mujeres, lo que le valio cierta fama de afeminado. Continuo ejerciendo de vendedor ambulante y de acompañante sobre todo para aquellas mujeres que debían atravesar los bosques.

Su oscura vida criminal comenzo cuando una mujer y su hija, querían buscar su futuro fuera de Galicia, en una buena casa en la que servir. Manuel, se ofreció a escoltarlas hasta Cantabria, donde les prometió que conseguirían el ansiado trabajo en la casa de un cura que él conocía. Semanas mas tarde, Romasanta reapareció solo en el pueblo, contando la historia de que las dos mujeres habían encontrado casa y trabajo, y con una carta que entregó a los familiares de sus víctimas para no levantar sospechas, y que el mismo habia redactado. Seria la primera de varias familias que partieron junto a Manuel por los peligrosos caminos de la Galicia del Siglo XIX, en busca de fortuna, y que nunca volverían a ser vistas con vida de nuevo. Durante esos años cometió al menos trece asesinatos, en los bosques de Redondela y Argostios, siendo las víctimas siempre mujeres o niños.

Se extendió rápidamente por Galicia y Portugal, su fama gracias a la venta de un ungüento de grasa que el mismo preparaba, pero los lugareños comenzaron a sospechar que ese ungüento estaba compuesto por grasa humana y que Manuel podia ser el temido “Sacamantecas” o “Sacauntos”. Las sospechas se confirmaron cuando se encontraron pertenencias de varias de las víctimas que el propio Romasanta había vendido a otras personas. Al darse cuenta de que habia sido descubierto, desaparece de Galicia y con un pasaporte falso consigue llegar a Toledo.

 En 1852, se presentó una denuncia en la ciudad de Escalona en la que constaba que un vendedor ambulante engañaba a mujeres y niños para que viajaran con él, y que luego nunca más se sabía de ellos. Las autoridades relacionaron el caso con los rumores sobre el vendedor de grasa y ordenaron su búsqueda y captura, siendo finalmente detenido en Nombela (Toledo) y trasladado a  Allariz para ser juzgado.

En Abril de 1853 se inicia el primer juicio contra un asesino en serie, y la única causa contra un Hombre Lobo de un Tribunal Español, en un extenso sumario judicial con más de 2000 páginas encuadernadas en 7 tomos y una duracion de un año.

Romasanta se declaro culpable del asesinato de trece personas “por instinto”. En su defensa, confesó ser víctima del hechizo de una “meiga” (bruja), una maldición que le convertía en hombre lobo las noches de luna llena, matando a cuantas personas se cruzaban en su camino y acompañado por otras dos personas de Valencia, Antonio y Don Genaro, que sufrían su misma maldición, y que los tres habían cometido los crímenes por hambre. El fiscal le pidió que lo demostrara realizando una transformación en la sala judicial, pero respondió que la maldición ya se había cumplido y que nunca más podría volver a transformarse. Fue condenado a la pena de muerte por garrote vil.

Por sorpresa, Romasanta fue salvado de la muerte por la Reina Isabel II, que conmutó su pena por cadena perpetua. Un famoso médico francés de la época, atraído por el mediático caso, el profesor Philips, solicitó a la reina la necesidad de preservar con vida a un hombre como Manuel para poder estudiarlo y aprender de su “maldición”, ya que creía que tenía la rara enfermedad de la Licantropía, una enfermedad psiquiátrica que implica que la persona que la padece cree que puede transformarse en un animal que no sea humano, lo que le hacía irresponsable de sus crímenes. Philips afirmaba que podía curar esta enfermedad por medio de la hipnosis y quería experimentar con el gallego, aunque nunca llegó a pisar España para tratarlo.

Se cree que falleció de cancer de pulmon en 1863 en la prision de Ceuta, aunque no existen pruebas concluyentes al respecto. Tampoco se sabe donde se encuentra la tumba con sus restos, pero su relato perdura como uno de los grandes misterios de la historia negra de España y de la tradición rural gallega.

 Su leyenda no obstante, esta llena de dudas y vacíos que no se han podido aclarar al día de hoy. Varios cadáveres nunca aparecieron, y la muerte de los cuatro que se localizaron fue causada por auténticos lobos. Tampoco se investigo sobre Antonio y Don Genaro, los dos valencianos supuestos hombres lobo que acompañaron a Romasanta en sus asesinatos.

Sea como sea, Manuel Blanco Romasanta, se convirtió en el primer caso registrado de la historia de licantropía clínica, aunque hoy en día se le habría llamado Psicópata. Algunos historiadores consideran su figura como el origen de la leyenda del «Hombre del saco».


 En el año 2004, el director de cine Paco Plaza dirigio la pelicula Romasanta, la caza de la bestia, protagonizada por Julian Sands y Elsa Pataky, basada en la vida de este personaje.

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